Historia de Mallorca
Gracias a su ubicación estratégica en el Mediterráneo, la isla de Mallorca ha sido históricamente un punto clave por el que han pasado multitud de pueblos y culturas, desde fenicios y griegos, hasta el mundo islámico.
Mallorca en la Prehistoria
Los historiadores que definen el origen de Mallorca coinciden en que la fecha en la que el hombre pisó la isla por primera vez puede estar cercana al año 7.000 a.C., durante la era talayótica, un periodo del que aún se conservan importantes restos en yacimientos arqueológicos como el de Capcorb Vell.
Tierra de griegos, fenicios y romanos
Durante varios años Mallorca fue tierra de tres de los pueblos más importantes de la historia, griegos, fenicios y romanos. Del paso de los primeros, aún se conservan varias naves antiguas que fueron rescatadas de los fondos de la costa mallorquina.
Durante este periodo las Islas Baleares tuvieron su primer poblamiento estable y comenzaron un crecimiento exponencial tanto a nivel político como económico.
No sería hasta el año 123 a.C. cuando la ciudad comenzaría a convertirse en un lugar verdaderamente importante en el continente. Quinto Cecilio Metelo, quien más tarde recibiría el sobrenombre de Balearicus, conquistó las islas y decidió otorgarlas una gran importancia económica para establecer una especie de guerra comercial con el pueblo fenicio.
La conquista de las islas no fue fácil para los soldados romanos, quienes tendrían que hacer frente a sus habitantes, hábiles en el arte de la guerra, que opusieron resistencia durante dos largos años. Una vez conquistada la isla y todo el archipiélago balear, los honderos de Mallorca pasaron a formar parte de las tropas de apoyo del Imperio Romano, llegando incluso a prestar apoyo al emperador Julio César en la conquista de los territorios de la Galia.
Gracias al amplio periodo de romanización que se vivió en la isla, aún se conservan algunas construcciones consideradas auténticas joyas de la arquitectura, como la antigua ciudad romana de Pollentia (Alcudia), donde aún se conservan numerosos restos del pasado de Mallorca.
Conquista Bizantina e Imperio Islámico
La conquista de Mallorca por parte del pueblo bizantino supuso uno de los periodos más oscuros de toda la historia de Mallorca, trayendo consigo una época en la que la falta de estabilidad política y social impediría el crecimiento económico de la zona.
Finalmente, en el año 903, las islas fueron anexionadas al califato de Córdoba después de varios ataques musulmanes al territorio y tras un periodo de guerra de desgaste que se prolongaría por más de dos siglos.
En este punto, Mallorca quedó en poder de la dinastía de los Omeyas y comenzó a vivir una época de gran estabilidad política y administrativa. Uno de los principales avances de este periodo sería el florecimiento de un fuerte apego por las artes que convertiría la capital, Madina Mayurqa, actualmente Palma, en un importante centro cultural para todo el Imperio.
Corona de Aragón y guerra de sucesión española
A partir de 1343 y después de la reconquista de los territorios ocupados por musulmanes, los mallorquines pasaron a formar parte de la Corona de Aragón y más tarde de la Corona de Castilla, tras el matrimonio de los reyes católicos.
Esta época supondría un periodo de retroceso para la economía y los intereses de la zona debido a que desde la península solo se tenía ojos para el nuevo mundo y la conquista de América, por lo que estos nuevos territorios pasarían a ocupar un segundo lugar.
Durante la guerra de sucesión al trono de la corona de España, las Islas Baleares se declararon leales al archiduque Carlos de Austria. En 1715 los castellanos ocuparon Mallorca, haciéndose efectiva la derrota. Tras aprobar el decreto de Nueva Planta de las Islas Baleares y acabar con la administración catalana y el derecho foral, se implantaría el idioma castellano y la lengua catalana sería prohibida en todo el territorio.
Guerra Civil española
Tras el Golpe de Estado de julio de 1936, el territorio de Mallorca fue ocupado por los sublevados, que poco después se harían también con la isla de Ibiza. Mientras tanto, la isla de Menorca permanecería fiel a la República.
Durante el resto del conflicto, Mallorca pasó a convertirse en una base aeronaval italiana y la presencia de tropas militares se vio incrementada considerablemente hasta convertir la isla en uno de los epicentros del tráfico aéreo y marítimo en el Mediterráneo. Después de la victoria de Franco en abril de 1939, las tropas italianas comenzaron con un repliegue que duró más de dos años.
Del Estatuto de Autonomía a la actualidad
Tras la muerte del dictador Francisco Franco, el país comenzaría una transición democrática gracias a la cual la región establecería un Estatuto de Autonomía para defender su identidad histórica. Este documento traería consigo la doble oficialidad del catalán, lengua propia de las islas, y del castellano, lengua oficial del Estado.
Surgió de esta manera un periodo en el que se produjeron importantes avances a nivel democrático y en el que los movimientos sociales y civiles comenzaron a tener mucha más relevancia.
En este momento se empezó a tener un importante cuidado del valor turístico y natural de la isla, algo que afortunadamente aún se conserva en la actualidad.